Iglesia fechada entre finales del siglo XII y principio del XIII.
Es de descatar que es una de las escasas iglesias del románico de la provincia.
El hecho de que los Caballeros Templarios estuvieran asentados en la villa, así como la advocación de la iglesia, ha hecho que se les atribuya la construcción de la misma.
De estilo románico de transición con fuerte influencia del Císter, tanto por la sobriedad decorativa, su pureza de líneas como por la cubrición de la nave.
Consta de una nave que presenta bóveda de cañón apuntado, sostenido por arcos fajones apoyados en medias columnas adosadas. Los capiteles son troncocónicos con decoraciones muy sencillas de hojas, bolas y flores invertidas y abultadas.
La cabecera tiene un ábside semicircular, cubierto con cascarón ligeramente apuntado.
Un friso en forma de banda recorre toda la iglesia por encima de los capiteles.
Al exterior lleva contrafuertes que suben hasta la cornisa. Conserva los canecillos con distantas decoraciones sencillas.
El ábside se divide en 5 paños por cuatro medias columnas que descansan sobre un basamento que recorre por abajo toda la cabecera. Las columnas tienen capiteles similares a los del interior. En uno hay arquillos apuntados entrelazados.
La portada va en el lado del Evangelio. Es de medio punto con cuatro arquivoltas y chambrana que descansan en las columnas de las que se conservan sólo los capiteles muy deteriorados.
A ambos lados de la portada hay lucidos sepulcrales con arco apuntado.
En el lado de la Epístola, hay una puerta con arco de medio punto que se abriría después de construída para comunicar con un aposento que hubo en este lugar.
La iglesia fué cerrada al culto en 1818.
Declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León en 1990, aunque este hecho no ha evitado que su estado actual sea de abandono con el consiguiente y progresivo deterioro.
De propiedad privada y no visitable.
